Monday, December 11, 2006

Entrevista: El "Ánimo" en Querétaro

Qué gusto me da saber que existe una receta para poder vivir plenamente. ¿Cuántas personas han expresado que la vida no es tan mala? ¿Cuántas han dicho que la vida hay que vivirla con entusiasmo? Sin duda alguna, miles de personas han escrito libros, canciones, pensamientos, entre otras cosas; a través de los cuales se pretende alumbrar la existencia de las personas que están en la oscuridad. Puedo darme el lujo de citar algunos ejemplos: la canción que interpreta la cantante Yuri que dice: “qué te pasa, que estás haciendo en casa, la tormenta ya pasó y en todas las aceras nuevamente brilla el sol, ven únete a la fiesta, qué te pasa, derriba la muralla”; o la tan sonada canción de Celia Cruz que dice: “Ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval y es más bello vivir cantando”. Así como estos ejemplos podría encontrar muchos más, pero, ¿por qué la gente se deleita escuchando composiciones de este tipo y le cuesta tanto trabajo aplicar estos mensajes a su propia vida? ¿Es necesario o no tener “El Ánimo” en cada momento para que lo vivamos como si fuera nuestro último suspiro?

Esta interrogante me condujo a entrevistar al señor Pedro González Quiroz, mejor conocido como “El Ánimo”. Desde el primer contacto que tuve con el señor, vía telefónica, se mostró muy atento. En este instante esta historia comenzó a construirse. Era la hora acordada para llevar a cabo la entrevista, por cierto, mi primera entrevista; cuando llegué al lugar sentí que los nervios me estaban matando. Yo ya conocía a este peculiar personaje y creo que cualquier habitante de la ciudad de Querétaro debía haberlo visto al menos en alguna ocasión.

En cuanto llegué al taller mecánico en donde él trabajaba, pude darme cuenta de que no era tan común como los que yo conocía. Seguramente se preguntarán qué lo hacía diferente y yo, como si aún estuviera ahí, trataré de explicarles. Era quizá un taller mecánico parecido a los demás; había cuatro coches que seguramente estaban siendo reparados, manchas de grasa por todas partes y gran cantidad de herramientas típicas. Pero más allá de todo esto, pude observar que de las paredes brotaban diferentes frases con mensajes optimistas que le daban un toque único al lugar. El establecimiento tenía una pequeña caseta, sus ventanas, ya percudidas por el tiempo, mostraban pequeños recortes de publicidad en donde el señor aparecía y daba a conocer algunos proyectos que tiene, de los cuales hablaré más adelante.

Mientras observaba el lugar me olvidé de los nervios que sentia, y cuál fue mi sorpresa cuando “El Ánimo” me invitó a subir en su extravagante automóvil para salir a las calles de Querétaro donde se transforma diariamente en el personaje que ahora la gente conoce y que observé durante toda mi infancia. Así es como entré a su mundo y ahí fue donde lo conocí.

Desde que yo era pequeño he observado como este personaje sale diario por Querétaro para gritar: “¡Ánimo! ¡Ánimo triunfador! ¡Ánimo hermano! ¡Ánimo gente bonita!”, entre otras expresiones más; armonizando con su chiflido tan particular que retumba en la ciudad y alegra a cualquier persona que se cruza en su camino. Esto no lo hace inadvertidamente: en ocasiones maneja sentado en la ventana; cuando se baja de su coche grita, abraza a las personas, besa a las mujeres, carga a los niños, juega, ríe y hace reír, con el objetivo de relajarnos, aliviarnos y de esta forma poder eliminar algunas de nuestras presiones.

Pedro González Quiroz tiene increíblemente 65 años, digo increíblemente porque en verdad no los aparenta. Su rostro aún es joven a diferencia de las personas mayores en cuyos rostros pareciesen estar trazados todos los caminos que han recorrido. Su cabello de un color castaño acanelado; y su expresión impregnada de vida, que llena de paz los corazones, se manifiesta a través de una espléndida sonrisa y una mirada natural y cristalina.

Estudió combustión interna en el Tecnológico Regional de Querétaro, actualmente es mecánimo, “un mecánico con mucho ánimo”, felizmente casado y padre de cuatro hijos. Respondiendo a la primera interrogante de si es necesario o no tener ánimo, él afirma que la vida de las personas debe ser agradable, siempre hay que tener ánimo y entusiasmo para alcanzar las metas. Debido a esto él grita ¡ánimo!, pues dice que “el ánimo significa alma y es lo más valioso que tenemos, con eso nos llenamos de energía para darnos felicidad todo el día”.

Manifestó en todo momento que los ingredientes que necesitamos para cocinar una vida plena son: el amor, la alegría, la felicidad y por supuesto una gran dosis de ánimo. Paralelamente a esto agregó que la etapa de su vida que mas disfrutó fue cuando descubrió el ánimo, en ese momento su vida cambió totalmente.

Muchas de las personas que lo han visto, pero que no lo conocen, consideran que está loco y algunos otros opinan que está mal; antes de juzgarlo debemos conocer la causa que hizo que se convirtiera en la persona que hoy es.

“He sido alegre pero fui muchas veces triste”. Aunque él ahora está consciente de que el estado de ánimo depende de uno y, que de cualquier situación se puede aprender algo para ser una mejor persona; en algún momento esto no lo tomó en cuenta. Él vivió una depresión muy grande, en todos los sentidos tanto física, mental, espiritual como económicamente; “caí muy bajo, no tenía fuerzas, no podía correr ni hacer ejercicio”. Al comentar esto el volumen y la velocidad de aquella voz tan intrépida empezó a disminuir y sus ojos poco a poco comenzaron a nublarse. Puedo suponer que esta depresión fue originada, en gran medida, porque perdió a su familia en el sismo del 85.

Después de esto se fue a vivir a Querétaro y fastidiado de esta depresión que lo destruía, comenzó a comer lo mejor que pudo, escuchó música alegre; con mucho esfuerzo se levantó y decidió a partir de entonces ser alguien fuerte. Se fijó el objetivo de hacer todo lo posible porque ninguna persona viviera lo que él vivió. Salió a las calles y “ahora sí que con mucho ánimo” empezó la tarea de animar a la gente para que siguiera adelante por más problemas que pudieran tener, ya que él considera que todos poseemos lo necesario para ser felices. Lo impresionante es que estas ganas de transmitir su mensaje no han disminuido, no ha parado de hacerlo y lleva ya 18 años.

Este tiempo no ha sido tan sencillo; lo han insultado, lo han bañado con cervezas, lo han golpeado, e incluso, lo metieron en una ocasión a la cárcel, por orden del Estado Mayor Presidencial, acusado de escandalizar la vía pública. Sin importarle esto él continúa pues “lo negativo es parte de la vida y junto con lo positivo se crea un equilibrio”.

Sin importar lo anterior ha tenido muchas satisfacciones; “ahora estoy muy contento, estoy muy feliz” y afirma que cuando llegan a conocerlo, muchas personas se han disculpado. Mientras la entrevista avanzaba su personalidad más me impactaba, pues cualquier persona que lo veía le gritaba y le chiflaba. Todos lo saludaban encargándose de mostrar el gran cariño que le tienen.

Me dio a entender que las personas, hoy en día, están apáticas ante la vida, y que realmente si reflexionáramos nos daríamos cuenta de que tenemos todo para ser felices. Y lo afirmó diciendo: “tú puedes estar en medio de una guerra, y puedes estar en paz y contento; yo no quiero un mundo perfecto, pero si luchar hasta el último momento”. Su mensaje lo manifiesta de esta forma tan “asombrosa” para que las personas se pregunten: qué pasa, qué sucede, qué hay. Él pretende dejar una impresión imborrable en cualquier persona que lo vea, para que analice su vida y entienda que puede ser un poco mejor, “ese es el objetivo”.

Además de darse a conocer “El Ánimo” personalmente, lo ha hecho a través de la televisión, el radio, periódicos y actualmente por medio de los “Ánimo Comics Queretanos”. Sus dos primeras publicaciones, mensuales, han salido a la venta y han tenido gran aceptación por los jóvenes, principalmente de primaria y secundaria. La meta es que sea una revista muy poderosa y, los recursos que se recaben servirán para dar bienestar a la sociedad mediante el sustento de algunos otros proyectos que ha empezado a realizar.

Hace diez años inició con una campaña de limpieza con su lema “ánimo, sembremos un frutal y limpieza para amar” con el cual ha promovido una conciencia ecológica. También formó el club del ánimo con capacidad ilimitada, el único requisito para entrar es ser una persona contenta. Comenta que “el club es una atmósfera” al que algún día estarán integrados todos los ciudadanos de Querétaro.

Él se siente muy orgulloso de su ciudad y lo dijo con gran sentimiento. “El Ánimo” sólo conoce dos ciudades: Ensenada, Baja California donde descendió a la vida y Querétaro donde ascendió a la luz. Al preguntarle si él siente que algún día puede llegar a convertirse en una leyenda queretana, con orgullo contestó: “no, yo no soy ni seré una leyenda queretana yo soy Pedro Gonzáles Quiroz, un ser humano como cualquier otro. “El Ánimo” ya es una leyenda, porque el ánimo es un personaje temerario, entusiasta, alegre, que no tiene límites y no conoce fronteras”. “El Ánimo” es una fuga para Pedro González.

Al llegar nuevamente a su taller, y ya casi terminada la entrevista pidió que se corriera la voz, que jamás dejemos de tener ánimo y que debe ser tan grande como si fuera el último suspiro de nuestras vidas.

Finalizó diciendo “para mí ser “Él Ánimo” es la vida, cuando muera en mi tumba deseo que escriban ¡ÁNIMO!, ya que el ánimo es la máxima manifestación de la vida”.


“Yo soy feliz donde me pongan; si me ponen en un basurero, ahí soy feliz; si me ponen en un palacio de oro, ahí soy feliz; si me ponen en una nave espacial a miles de años luz, ahí seré feliz".
Pedro González Quiroz.

9 comments:

Anonymous said...

Hola me llamo Oscar Ruiz, soy queretano y estudio en la Universidad de las Americas en Puebla. Escribo en el periódico escolar y me gustaría escribir sobre el ánimo, ¿no tienen algún correo o teléfono donde pueda comunicarme con él? Este es mi mail: www.oscaruiz.com@hotmial.com

Sergio Padilla said...

Muy buena entrevista, yo me muero de ganas de tenerr la oportunidad de conversar con "el animo" y gracias a tu escrito, me doy cueta de que estaba en lo cierto en que " el animo" no esta loco sino que es un ser escepcional

Unknown said...

Soy david Estrada, Quisiera que me proporcionaran los datos del ánimo para un trabajo de la universidad.

Mi correo es: furimmer_oz77@hotmail.com.

Gracias.

Anonymous said...

Perdon pero este tipo es un rabo verde que solo quiere abrazar y besar a las chavitas .. ademas de que siemrpe esta promocionando al pri .. q desagradable

Anonymous said...

Cual entrevista???? yo no leí mas que comentarios tuyos, mas bien como una crónica... pero debe ser por ser tu primera entrevista. Faltó mucho; quien es, como perdió a su familia, cual fue la primera vez que salió como el Animo? etc etc.

Anonymous said...

Yo creo que si dicen murió en la guerra, pues entonces, era soldado o una guerra que no distingue entre civiles y soldados. si fue en el sismo donde miles de personas murieron, creo que es obvio cómo murió su familia, un caso muy particular fue Plácido Domingo.

Laura said...

El raboverde eres tu,personas como tu si son desagradables que nada mas inventan cosas de los demás y mejor fíjate en tu vida que lo a mejor has de ser un drogadicto(a).

Unknown said...

muy interesante
taller mecanico

Anonymous said...

Totalmente de acuerdo, es un enfermon mental y bien lividinoso, soloporque ya lo golpearon por manosear mujeres, solo le a bajado pero sigue igual Y promociona al PRI y PAN segun le convenga